sábado, 2 de agosto de 2014

FALTA DE PRODUCCIÓN EN LA ECONOMÍA VENEZOLANA.

Todo proceso económico lleva implícito tres etapas: producción, distribución y consumo, combinadas entre sí por la actividad de cambio o circulación; de donde, la producción interna tanto de bienes materiales como de servicios, juega un papel importante como mecanismo apalancador de cualquier economía del mundo. Para esta entrega, estaremos analizando uno de los principales problemas económicos estructurales de Venezuela, como lo es la falta de producción, la cual genera escasez de los distintos rubros que circulan en la economía y favorece a las importaciones.

Algunos factores que determinan la falta de producción son: el control de cambios como barrera para adquirir materia prima o insumos esenciales para la producción, el control de precios como base referencial para un mínimo margen de ganancias lo que hace que muchas empresas dejen de producir bienes regulados, y el desperdicio de la capacidad instalada empresarial muchas veces consecuencia de las expropiaciones. De esta manera, expropiaciones, controles de precios y de divisas, así como la reducción en inversiones tanto nacionales como extranjeras, pudieran explicar la falta de producción.

   
En el período comprendido desde 2004 hasta el 2008, la actividad productiva reflejada en el PIB por clase de actividad económica a precios constantes de 1997, según cifras del BCV tuvo un crecimiento sostenido, no solo en la producción petrolera, sino, en la no petrolera destacando sobre todo el sector de la construcción y el sector de comercio y servicios; sin embargo, desde 2008 a 2012, la actividad productiva aumentó en menor proporción comparado con los cuatro años anteriores, hasta llegar al año 2013, donde se vio mermada, principalmente por las acciones gubernamentales ejecutadas desde hace más de una década, las cuales influyeron en los resultados esperados para la mejora del sistema productivo venezolano, aplicando acciones desacertadas como las expropiaciones, incautaciones e inconclusas plantas productoras y de expansión a la estructura productiva, ocasionando agudos niveles de escasez en bienes y servicios, llegando a agravarse en torno a los alimentos, materiales de construcción, vehículos y repuestos, medicinas y otros productos de primera necesidad. A su vez, esta carencia de rubros ha impulsado el aumento de la inflación a algo más del 60% y del índice de escasez de bienes básicos, profundizado ya desde el año pasado (2013), alcanzando un 28% de los productos según las estadísticas que publica el BCV.  

   
El mecanismo del gobierno venezolano para contrarrestar esta problemática económica, ha sido el aumento exhaustivo de las importaciones, sobre todo en el área de los alimentos mediante los acuerdos y convenios sostenidos con sus socios del Mercosur como Argentina y Brasil, lo cual afecta directamente al grupo de inversionistas que está en el país por la dificultad de competir con productos alimenticios importados a menores precios de lo que en realidad le cuesta al empresario nacional producirlos.

Para finalizar, aunado a la falta de producción aparece el problema de las compras nerviosas por escasez, como conducta irracional del consumidor. Entendido que: “Hay compras nerviosas porque hay escasez pero la escasez se incrementa por esas compras nerviosas”.  




Autores:
Jhon H. Morillo
Breidys Riera
María Gabriela Hernandez