domingo, 23 de noviembre de 2014

¿ES POSIBLE ELIMINAR LA INFLACIÓN EN LA ECONOMÍA VENEZOLANA? ESTRATEGIAS.

La inflación en cualquier economía del mundo puede verse análogamente como una enfermedad de la moneda, pudiendo ser más o menos grave la pérdida del poder adquisitivo, dependiendo del tiempo de duración de esa enfermedad.En Venezuela sería posible eliminar la inflación, siempre y cuando, se ataquen las causas que provocaron la enfermedad, proponiendo los posibles remedios que atenúen el nivel de gravedad y tiempo de duración de la misma.

Una de las posibles soluciones para mitigar la inflación en Venezuela, sería atacarla desde el punto de vista estructural con políticas de incentivos a la producción que generen tasas de crecimiento positivas, donde la oferta de bienes y servicios superen a la continua demanda, cada vez más creciente. También se hace necesario comprimir los gastos gubernamentales, buscando un equilibrio presupuestario, siempre acompañado de una política de productividad que acreciente la masa de bienes y servicios y no una política que aumente la masa monetaria en circulación sin respaldo en la misma cuantía de la producción.

Por otro lado, el gobierno central considera que la inflación tiene su origen en la especulación, el acaparamiento, el desabastecimiento inducido y el enriquecimiento ilícito de algunos comerciantes, considerando que sometiéndolos a un régimen de control del margen de ganancias cree que pueda reducirla. Sin embargo, analistas económicos aseguran que la inflación en Venezuela es un fenómeno más estructural cuyas causas se desligan de la especulación de algunos comerciantes.

Cabe destacar que en Venezuela, en los últimos años, se han registrado los niveles de inflación más elevados de toda América Latina, y a nivel mundial es uno de los pocos países con inflación persistente de dos dígitos. Esto ha llevado que el valor intrínseco del bolívar haya mermado, generando mayor presión sobre el tipo de cambio y desconfianza en el bolívar como moneda de reserva, ahorro y patrimonio, lo que genera a su vez mayor presión sobre la moneda, creando un círculo vicioso de mayor inflación y mayor devaluación y pérdida de la confianza.



En este orden de ideas, y siguiendo con la analogía de inflación–enfermedad, uno de los remedios estrictamente de índole monetario, aplicables según el nivel de gravedad de la enfermedad (inflación), sería la Implantación de una Caja de Conversión que según algunos autores, entre los cuales se encuentra Gómez (2006), fue propuesta en Venezuela por Hanke S. (1995) la cual especifica la igualación de la moneda de un país con una moneda fuerte como el dólar, además busca que la oferta monetaria del país esté en perfecto equilibrio con la demanda de dinero en manos del público. Esta estrategia ha sido aplicada en países como Brasil y argentina, obteniéndose resultados favorables como la disminución de la inflación casi a cero, lo que trae como consecuencia el aumento en la confianza de los inversionistas extranjeros.

La caja de conversión es un mecanismo que funciona de forma más eficaz que un banco central, con menos propensión a la crisis y por supuesto menos inflación.

Para que en Venezuela este hecho sea posible, deben llevarse a cabo dos acciones previas, primero la liberación del control de cambio, segundo la adecuación del presupuesto nacional ajustándolo a la nueva realidad monetaria y fiscal que se impulse con este cambio.

Dicha medida conlleva a la reducción inminente de la inflación y un reajuste real positivo de un nuevo presupuesto nacional donde todo el dinero está debidamente respaldado.

Ahora bien, si se define que el aumento sostenido de los precios en los bienes que consumen los venezolanos viene dado en gran parte por el crecimiento que tiene a un ritmo superior la masa monetaria respecto a la expansión de la economía y cuya relación ha elevado los niveles de liquidación, originando una demanda excedente, la cual no puede ser atendida por los problemas estructurales de producción que presenta el país en la actualidad, el Estado deberá promover Políticas Monetarias Restrictivas para disminuir dichas cuantías de bolívares no respaldos en las reservas, disposiciones tales como el aumento de la tasa de interés, modificaciones en la tasa de redescuento, las operaciones de mercado abierto y las reformas a los coeficientes obligatorios de encaje legal podrían lograr el cometido de reducir las grandes cantidades de dinero inorgánico circulante en la calle.



No obstante, se debe considerar la problemática de la poca producción predominante en Venezuela. Una mayor repercusión en cuanto a bajar los niveles de precio en los bienes se refiere, es el poder Aumentar la Elaboración o Fabricación de mencionados productos finales dentro de la Nación, donde destaquen nuevas inversiones que fomenten la reactivación del aparato productivo sin que existan rigurosos criterios o reglas que dificulten la operatividad de las empresas de manufactura. El incentivar el aumento de las cantidades de bienes producidos y ofertados se traducirá en estímulos de creación de competencia en el mercado, cuyos efectos a corto y mediano plazo se manifestaran en una disminución general de precios, poder abordar una creciente demanda, evitar el estancamiento económico, empezar a disminuir los altos niveles de gastos concernientes a las importaciones y lograr percibir en el largo plazo ingresos por concepto de exportación de bienes venezolanos.

El cumplir tal objetivo macroeconómico de mantener baja la Inflación, no necesariamente es responsabilidad total del Estado, puesto que este mismo requiere del Crecimiento y Perfeccionamiento del Aparato Productivo Privado, que si bien no suele ser del todo perfecto, participa en la producción nacional con mayor eficiencia y menor burocracia.


Autores:
Jhon H. Morillo
Breidys Riera
Delvimar Colmenárez
Francisco González del Castillo

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